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Bautismo de Fuego de La Fuerza Aérea Argentina

 Bautismo de Fuego de La Fuerza Aérea Argentina

 

1 de Mayo de 1982, Bautismo de Fuego de La Fuerza Aérea Argentina

El 1 de Mayo de 1982, en el Atlántico Sur, los británicos iniciaban un bombardeo contra la pista de Puerto Argentino en Islas Malvinas.

La Fuerza Aérea Argentina comenzó a realizar incursiones aéreas con el fin de  atacar a la flota británica que se acercaba a las islas. Fue entonces que cuatro cazabombarderos argentinos A4B Skyhawk, se prepararon para salir en una misión de  ataque a la flota británica. Los pilotos designados para la misión fueron el jefe de escuadrilla Capitán Hugo Angel del Valle Palaver, el Teniente Gálvez, el Primer Teniente Luciano Guadagnini y el Alférez Gómez.

En la misión se decidió incluir aviones de cobertura  Mirage III, de superioridad aérea, para proveer protección a los cazabombarderos A4B Skyhawk del Cap. Palaver, que debían localizar y atacar objetivos navales británicos, mientras los Mirage III los cubrirían de posibles ataques de los aviones británicos. Los Mirage III eran pilotados por el Capitán Gustavo Argentino García Cuerva y el Primer Teniente Perona .

Una vez comenzada la misión; y cerca de la zona de combate, a la escuadrilla de cazabombarderos A4B se le indicó que a 30 millas por delante, se situaban sus blancos. El Cap. Palaver alertado de los objetivos asignados se preparó para ir a su encuentro y atacarlos, pero grande fue su sorpresa cuando se percató que los objetivos asignados, por el radar de Puerto Argentino, no eran buques  sino aviones británicos Sea Harrier.  Siendo que los A4B Skyhawk no estaban configurados para establecer ataques contra aeronaves sino contra buques,  ya que portaban bombas y tanques de combustible suplementarios que, a su vez, aumentaban la autonomía de vuelo y disminuían la aerodinámica de las aeronaves. El Capitán Palaver viendo el error y el problema en que lo habían  metido decidió abortar la misión de inmediato, al mismo tiempo que realizaba un escape rasante, para no ser detectado por los radares de las fragatas británicas , poniendo rumbo al continente, con sus subordinados hacia su base. No obstante esos aviones  británicos  Sea Harriers del 801 escuadrón, que provenían del portaviones HMS Hermes  iba camino a atacarlos.

La sección de Mirage III, ya había comenzado el retorno hacia su base, pero advirtieron de inmediato lo que estaba ocurriendo. Fue, así que los pilotos de los Mirage, a riesgo de quedarse sin combustible para retornar a la base, decidieron  regresar a cubrir la retirada de los A4B de Palaver. Para ello los Mirages III argentinos debían interponerse entre los A4B y los Sea Harrier  alejando a los  británicos, mediante  maniobras disuasorias que surtieron efecto obligandolos a abandonar su  persecusión. Aquel apoyo a sus compañeros del Cap. García Cuerva permitió verse las caras con sus enemigos por primera vez y constituyo el Bautismo de Fuego de la Fuerza Aérea Argentina, con un hecho sin derribos pero victorioso ya que todos pudieron regresar a sus bases en el continente.

En otras de las salidas de la sección de Mirage III del Cap. Garcia Cuerva y el Primer Tte Perona de aquel 1 de mayo, se volvieron a topar con aviones enemigos  Sea Harrier que nuevamente al ver a los Mirage III argentinos decidieron alejarse, pero esta vez, los Mirage  al mando del Capitán Gustavo Argentino García Cuerva y el Primer Teniente Perona, se trenzaron en un combate con los cazas británicos.

Las disparidades entre ambos modelos de aeronaves era notoria los Mirage fueron concebidos para poder desarrollar velocidades supersónicas y vuelos a gran altitud, mientras que el Sea Harrier era todo lo contrario, se trataba de una aeronave subsónica con características de despegue y aterrizaje vertical y capacidades de vuelo estacionario como el de los helicópteros. Además, los aviones británicos habían sido, recientemente,  equipados con, los nuevos, misiles ¨inteligentes¨AIM-9L “Sidewinder”  de guía infrarroja, aportados por Estados Unidos al Reino Unido para ser usados contra la aviación argentina en el conflicto de Malvinas. Dichos misiles eran tan novedosos para los pilotos británicos, que muchos de ellos nunca antes habían disparado uno !!. Fue, entonces que uno de esos misiles, de origen estadounidenses, disparado por primera vez, por aviones británicos  aquel el 1 de mayo de 1982, ocasionó que el Mirage argentino del  1º Tte. Perona sea dañado, obligando al piloto argentino a eyectarse de su avión, en tanto que el Cap. García Cuerva (I-019) continuó combatiendo. Antes del derribo de Perona los Mirages argentinos, equipados con 2 misiles  Matra Magic 550 de guía infrarroja,  dispararon sus misiles contra los británicos pero sin resultados positivos, los misiles  se desviaban de sus blancos, lo cual demostraba cuán poco fiables eran respecto a los Sidewinders utilizados por los británicos.

Misil AIM-9L ¨Sidewinder¨ estadounidense

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Aquel encuentro del 1 de mayo  fue definido por el remanente de combustible en  los aviones de ambos bandos. Tras el derribo del 1º Teniente Perona, el Cap. García Cuerva, se quedaba sin combustible rompiendo el contacto al mismo tiempo que los británicos, y  buscando, a su vez, cobertura en una capa nubosa, sin saber que uno de los británicos le había disparado un misil ¨sidewinder¨, antes de emprender su regreso al portaviones.  El británico vió como el misil, que había lanzado, se alejaba hasta perderse de vista e ingresaba en las nubes, detrás del Mirage argentino, que se encontraba muy lejos y dentro de la capa nubosa. No obstante, el misil que iba detrás del avión del Cap. García Cuerva detonó próximo al Mirage, pero no logró derribarlo, dañado algo el depósito de combustible.  Sin embargo, aquello comprometió, aún más, al Cap. García Cuerva en el regreso a su base, en el continente. Ante esta emergencia decidió preservar su avión e intentar un aterrizaje en el aeropuerto de Puerto Argentino, pista que no estaba preparada para el aterrizaje de aeronaves de alto rendimiento. Próximo al aterrizaje el Cap. García Cuerva soltó los tanques suplementarios, ese hecho fue interpretado por la artillería antiaérea argentina como un acto hostil de bombardeo, de algún avión enemigo y desconociendo que se trataba de un avión argentino, abrió fuego sobre el Mirage III argentino con el lamentablemente derribo y muerte del Cap. García Cuerva, uno de los pilotos más experimentados de la unidad.

Con este valeroso acto ambos  pilotos argentinos ingresaban en la historia, como los primeros aviadores que le dieron su Bautismo de Fuego a La Fuerza Aérea Argentina.